Conoce la cara
detrás de la Chispa.
¡Es un placer conocerte! Mi nombre es Monserrath Milán, soy networker, soñadora de corazón y, además, una entusiasta de la fotografía, el dibujo y la escritura.
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Bienvenido a un pequeño rincón de mi corazón, un espacio donde comparto contenido de valor, inspirado en mi propio viaje. Si hay algo que debes saber sobre mí, es que soy tan humana como cualquiera, pero desde niña me he sentido profundamente conectada con esa emoción de asombro por las cosas simples de la vida. Aunque, te confieso que no siempre fue fácil. La constante búsqueda de "la perfección" casi me llevó a un colapso emocional. Fue un proceso difícil de reconocer, ya que mi generación creció con la idea del "todo o nada", pero con el tiempo, entendí que liberarme de esas ataduras me abrió un sinfín de puertas al crecimiento personal, algo que ahora considero una de mis mayores pasiones.
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Llegué a la cima de mi carrera profesional y, sin embargo, me encontré en un punto de mi vida en el que todo parecía carecer de sentido. Aunque en apariencia todo estaba "en orden" y me adaptaba perfectamente a lo que la sociedad esperaba de mí, había una pequeña voz dentro que me decía que la persona frente al espejo no era del todo yo.
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¿Alguna vez has sentido que, a pesar de todo, estás estancado y no sabes por qué? Eso es justo lo que me pasaba a mí. No era solo una crisis de edad, era una necesidad profunda de encontrar lo que realmente deseaba para mi vida, para sentirme plena. Fue entonces cuando tomé una decisión clave.
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Comencé a sumergirme en el mundo de la inteligencia emocional, financiera, digital, nutricional y muchas otras disciplinas que, lamentablemente, rara vez se enseñan en las escuelas. Mi objetivo era maximizar mis resultados y, a medida que avanzaba, compartía emocionada mis descubrimientos con amigos y conocidos. Pero me di cuenta de que muchas personas no tienen acceso a estas herramientas o simplemente no las conocen. ¡Y eso me parecía completamente injusto!
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Así que tomé la decisión de buscar los medios para convertirme en la mejor versión de mí misma y así alcanzar esos sueños que había dejado olvidados. No solo me comprometí a lograrlos, sino que también decidí compartir mis experiencias, con la esperanza de que otros, como tú, puedan alcanzar los suyos. Me hubiera encantado haber tenido acceso a todo esto años atrás, para poder evitar tantos tropiezos.
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Mi más sincero deseo es que mi camino pueda ayudar a aclarar un poco el tuyo, y si no, recuerda que el solo hecho de estar aquí ya es el primer gran paso hacia el cambio. Siempre vuelve a intentarlo, nunca te rindas.
Te mando un abrazo lleno de energía.
Renace cada día.
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